Esta devoción mundial fue introducido en esta región por el Padre Eusebio Francisco Kino, el misionero jesuita del siglo XVII. Los nueve dias de oración se originó en Nápoles, Italia, en 1633, cuando un joven sacerdote jesuita, Marcello Mastrilli, fue encargado de la devoción de la Iglesia Vice-real para la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Cuando se encontraba decorando el altar, se le cayó un martillo a un artesano, que trabajaba en la cúpula. Cuando le pegó en la sien, lo tumbó sin sentido. Por varios Esta devoción mundial fue introducido en esta región por el Padre Eusebio Francisco Kino, el misionero jesuita del siglo XVII. Los nueve dias de oración se originó en Nápoles, Italia, en 1633, cuando un joven sacerdote jesuita, Marcello Mastrilli, fue encargado de la devoción de la Iglesia Vice-real para la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Cuando se encontraba decorando el altar, se le cayó un martillo a un artesano, que trabajaba en la cúpula. Cuando le pegó en la sien, lo tumbó sin sentido. Por varios dias estuvo entre la vida y la muerte; su medico de cabecera dudaba que se recuperaba. En un momento crucial se le apareció San Francisco Xavier y le recordó su promesa de ir a las misiones del Oriente. Ante de terminar la aparición San Francisco Xavier le aseguró que “todos los que encarecidamente pidieran por su intercession a Dios, por nueve dias, en honor de su canonización, experimentarían infaliblemente los efectos de su gan poder en el cielo y recibirían lo que hubieran pedido, siempre y cuando contribuya para su salvación.”
Inmediatamente, Mastrilli, se levantó completamente curado. El confirmó su voto aceptando su envío a una misión en el Japón, y los siguientes años propagó la devoción que el mismo aprendió personalmente en la aparición de San Francisco Xavier.
Antes de partir a Japón, Mastrilli, predicó su devoción en Lisboa en 1635, y subsecuentemente, por las innumerables gracias y favores extraordinarios que se obtuvieron por la intercession de San Francisco Xavier, la devoción llegó a ser conocida como la “Novena de la “Gracia.” Como rezaba el P. Alex Tivippucci durante la novena “Ante Jesús y María Santísima, no deseo deber mi salud a medios humanos yfuerzas o poder de la medicina, sino solamente a ti, mi glorioso protector, San Francisco Xavier.”
Estas plegarias abrazan el espiritu de San Ignacio. “Toma, Oh Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Dame Tu amor y Tu gracia, que esto sólo me basta.”
DEVOCIÓN A SAN FRANCISCO XAVIER EN EL NOROESTE
DE SONORA Y SUROESTE DE ARIZONA
El Padre Eusebio Francisco Kino, S.J., trenta y tres años después de la curación del Padre Marcello Mastrilli, acreditó su propia recuperación después de estar casi muriendo, a la intercesion de San Francisco Xavier.
Igual que el Padre Marcello, Kino prometió pasar su vida en las misiones, finalmente llegando a la Pimería Alta (Sonora y Arizona) en 1687. Después de fundar la Misión de Dolores, sus primeras visitas fueron dedicadas en honor a San Ignacio y San Francisco Xavier al cerrar la celebración de la canonización de ambos santos.
Kino fue un ferviente promotor de la devoción de San Francisco Xavier, su santo patron, a quien él vió como el gran protector de los nativos en el noroeste de México. En los ultimos días de su vida del Padre Kino fue al cierre de la Novena de la Gracia, mientras dedicaba una capilla en honor de San Francisco Xavier en el pueblo misionero de Magdalena, Sonora, y allí murió el 15 de Marzo de 1711.
Ahora, casi tres siglos después, cientos de cristianos devotos acuden a Magdalena cada año a honrar a San Francisco Xavier, como una continua Novena de la Gracia. Muchos dicen que el peregrinar tambien honra al “Apóstol de los Pimas” tanto como al “Apóstol de las Indias.” Sea a Kino o a Xavier, ambos fueron hombres de la Fe inquebrantable enteramente dedicados a la salvación de las almas a las que habían venido a servir.
Igual que el Padre Marcello, Kino prometió pasar su vida en las misiones, finalmente llegando a la Pimería Alta (Sonora y Arizona) en 1687. Después de fundar la Misión de Dolores, sus primeras visitas fueron dedicadas en honor a San Ignacio y San Francisco Xavier al cerrar la celebración de la canonización de ambos santos.
Kino fue un ferviente promotor de la devoción de San Francisco Xavier, su santo patron, a quien él vió como el gran protector de los nativos en el noroeste de México. En los ultimos días de su vida del Padre Kino fue al cierre de la Novena de la Gracia, mientras dedicaba una capilla en honor de San Francisco Xavier en el pueblo misionero de Magdalena, Sonora, y allí murió el 15 de Marzo de 1711.
Ahora, casi tres siglos después, cientos de cristianos devotos acuden a Magdalena cada año a honrar a San Francisco Xavier, como una continua Novena de la Gracia. Muchos dicen que el peregrinar tambien honra al “Apóstol de los Pimas” tanto como al “Apóstol de las Indias.” Sea a Kino o a Xavier, ambos fueron hombres de la Fe inquebrantable enteramente dedicados a la salvación de las almas a las que habían venido a servir.